Desde el análisis técnico, tal cifra representa un punto clave que podría determinar el futuro de ETH.
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Si este análisis es acertado, la criptomoneda de Ethereum está en buenos niveles de acumulación.
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Indicadores de tendencia pueden resultar útiles para saber cuándo es momento de vender.
La siguiente afirmación puede resultar un tanto prematura, pero aquí va: el 7 de mayo de 2025 quedó grabado a fuego en la historia de la red Ethereum.
Es que en esa fecha se completó la activación de Pectra, un conjunto de 11 propuestas diseñadas para mejorar la interacción de los usuarios y optimizar la experiencia de los validadores e incluso la escalabilidad de soluciones de capa 2 (L2).
La respuesta del mercado fue inmediata y el precio de Ether (ETH), la criptomoneda nativa de Ethereum, se disparó un 25% entre el 7 y el 9 de mayo. A diferencia de lo que pasó en anteriores actualizaciones de Ethereum (el Merge, por ejemplo), en esta oportunidad no hubo el clásico evento de “venta de la noticia”.
Por primera vez, una mejora técnica en Ethereum generó un repunte sostenido en el precio de su moneda nativa. Si ratifica este impulso, y consolida los niveles actuales de precio, se enfrentará a la resistencia histórica en el nivel de 4.000 dólares.
Esta zona ha demostrado ser difícil de superar en ciclos alcistas anteriores (2001 y 2004). Es decir, las subidas encuentran un techo en este nivel debido a que los inversionistas consideran que es una buena oportunidad de toma de ganancias.
En caso de una ruptura clara, respaldada por volumen, el escenario técnico se transformaría por completo, abriendo la puerta a un nuevo tramo alcista con destino en los máximos históricos. Sin embargo, parece difícil que se dispare por encima de su máximo histórico de 4.800 dólares en el corto plazo.
Los inversores de Ether tienen motivos para creer
Y aquí no se trata de una cuestión de fe, estimado lector. Para nada. Porque si usted es inversionista de ETH tiene motivos para creer que, en el corto plazo, puede alcanzar el máximo de 4.000 dólares.
Para ello, será fundamental un entorno macroeconómico estable. Por ejemplo, que avancen las negociaciones entre Estados Unidos y las principales potencias económicas, como China o la Unión Europea, en el marco de la “guerra de aranceles”.
Esto es porque los especuladores financieros prefieren un entorno macroeconómico más estable para invertir en activos considerados «de riesgo» como las criptomonedas. De lo contrario, optarán por colocar sus tenencias en instrumentos financieros supuestamente más seguros, como los bonos del Tesoro, que generan menos ganancias pero no están expuestos a las fluctuaciones del mercado.
Por otro lado, cada vez más empresas están incorporando ETH como activo de reserva. Si bien el autor de este artículo considera que es un riesgo replicar con altcoins la estrategia de acumulación de bitcoin (BTC) impulsada por Strategy, lo cierto es que, si más compañías siguen ese camino, podría consolidarse como una tendencia. Y eso representaría un factor adicional de impulso alcista para ETH.
Otro factor que puede actuar como catalizador del precio es que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) apruebe la integración del staking en los fondos cotizados en bolsa (ETF) basados en Ether.
Vale explicar que la red Ethereum utiliza un mecanismo de prueba de participación (PoS), que permite a los inversionistas obtener rendimientos a través del staking. Esto podría aumentar la demanda si se incluye en los ETF. Como informó CriptoNoticias, empresas como Fidelity y 21Shares ya han propuesto a la SEC incorporar esta función, y el avance de las discusiones ha reforzado el optimismo del mercado.
Con toda esta información sobre la mesa, queda claro que mientras ETH se mantenga por debajo del nivel de 4.000 dólares, sigue estando barato, sobre todo si el viento sopla a favor y el entorno macroeconómico acompaña.